¿Sabías que existen hasta 7 tipos de riesgos laborales diferentes? Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), casi 3 millones de muertes están relacionadas con el trabajo. Además de 300 millones de lesiones no mortales dentro del ámbito laboral cada año. No hay duda de que aún nos queda mucho camino en materia de prevención y que las organizaciones deben trabajar a conciencia para lograr lugares de trabajo más saludables y seguros. 

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Concepto

 

Antes de hablar de los diferentes tipos de riesgos laborales, vamos a ver qué son y cómo podemos evitarlos. Los riesgos laborales son el conjunto de peligros existentes en una profesión y tarea profesional concreta, así como en el entorno o lugar de trabajo. Para que tengan esta consideración, estos deben ser susceptibles de originar accidentes o cualquier tipo de siniestros que puedan provocar algún daño o problema de salud tanto físico como psicológico para el individuo.

Para evitarlos, las empresas y organizaciones están obligadas por la normativa vigente a establecer políticas de prevención a través de la implementación de un Sistema de de Gestión y Seguridad en el Trabajo. Si bien, hasta el año pasado este se encontraba regulado por la norma OHSAS 18001:2007, ahora es la ISO 45001 la que lo hace.

¿Su objetivo? Ayudar a las organizaciones a garantizar la salud de la plantilla, alcanzar un mayor compromiso con la seguridad en el lugar de trabajo y contribuir a la mejora de su bienestar.

 

Tipos de riesgos laborales

 

Riesgos laborales Físicos: 

Están relacionados con el ruido, las vibraciones, la iluminación insuficiente de los espacios, las radiaciones así como, las temperaturas extremas. Es uno de los tipos de riesgos laborales más frecuentes y uno de los que más sufren los trabajadores en el lugar de trabajo especialmente en el sector secundario.

 

Riesgos laborales Químicos:

Es uno de los tipos de riesgos laborales más peligrosos ya que se produce por la exposición directa de procesos químicos. Podemos verlos en diferentes formatos (líquidos, sólidos, gases…). Para prevenir y evitar que ocasione daños graves en nuestra salud, es recomendable el uso de mascarillas y guantes de alta protección y delimitar las áreas de contaminación. 

 

Riesgos laborales Biológicos:

Son enfermedades relacionadas con virus, bacterias, hongos… que podemos padecer debido al contacto directo con estos organismos. Si queremos prevenirlos, es crucial que la empresa aplique medidas de control estrictas en la materia y dote a la plantilla de los equipos necesarios para garantizar su protección.

 

Riesgos laborales Ergonómicos:

De los distintos tipos de riesgos laborales que existen en la actualidad, probablemente éste es el que afecta con mayor intensidad a la población activa. Y es que el 60%, se ha visto afectado al menos una vez a lo largo de su trayectoria profesional. Posturas inadecuadas, levantamiento de peso o movimientos muy repetitivos, son causa directa de la mayor parte de los riesgos ergonómicos.

 

Riesgos laborales Psico-sociales:

Los más comunes son el estrés, la ansiedad, la monotonía, la fatiga… Para evitarlos, las organizaciones deben cumplir y respetar los horarios de descanso de la plantillas, siendo de obligado cumplimiento el descanso de 15 minutos cada 6 horas por trabajador.

 

Riesgos laborales Mecánicos:

Normalmente, se ven reflejados en obras y fábricas. En ellas, el trabajador suele realizar sus funciones en altura y en ocasiones, también en superficies inestables. Es uno de los tipos de riesgos laborales que podemos evitar con mayor facilidad. Sólo es necesario llevar un control adecuado de las instalaciones y la maquinaria.

 

Riesgos laborales Ambientales:

Por desgracia, no están bajo nuestro control pero si podemos ser previsibles. Estamos hablando de fenómenos atmosféricos como las lluvias, las tempestades o las inundaciones, entre otros.